El Museo de la Evolución Humana es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad de Burgos
El Museo de la Evolución Humana, también conocido por sus siglas MEH, fue diseñado por el arquitecto cántabro Juan Navarro Baldeweg sobre los que era el antiguo solar de los cuarteles de caballería en Burgos y que, hace siglos, albergó el desaparecido convento de San Pablo de Burgos, de la orden de los dominicos.
Inaugurado en 2010, el museo ha recibido más de 40 premios nacionales e internacional y desde entonces se ha convertido en uno de los máximos atractivos de Burgos junto con los Yacimientos de Atapuerca
EL EDIFICIO
La estructura del edificio es muy singular ya que se tratada de una especie de «urna» de amplias dimensiones, planta rectangular, construido sobre todo de cristal. En los laterales, destacan unas estructuras metálicas de color rojo, que constituye uno de los símbolos del museo.
El acceso al museo se realiza a nivel elevado, a través de una rampa a la que se accede por el Paseo de Atapuerca, una amplia zona peatonal con jardines, árboles y que llega hasta la ribera del rio Arlanzón. Esta zona se ha convertido además en un punto de encuentro de la ciudad, ya que junto al Museo de la Evolución Humana se celebran eventos, conciertos y otro tipo de actividades a lo largo del año.
EL INTERIOR
El acceso al museo se realiza a través de un rampa ( todo el edificio es totalmente accesible) y está dividido en varios niveles, con diferentes espacios expositivos todos ellos muy interesantes
La visita comienza en la planta -1 seguramente la más importante. Aquí, el visitante puede encontrar una especie de reproducción de la trinchera del ferrocarril donde se ubican los yacimientos de Elefante, Galería y Gran Dolina y otra de la Sima de los Huesos. Ambas reproducciones, son cubos de planta rectangular, en cuyo exterior podemos ver un esquema del yacimiento que representan.
Pero lo interesante está en el interior, porque ahí se exponen las principales piezas, todas originales, encontradas en Atapuerca: el cráneo conocido como «Miguelón», el fragmento de cráneo denominado «Agamenón», la pelvis bautizada como «Elvis» y el bifaz «Excalibur» entre otras.