La Cartuja de Miraflores es uno de los lugares imprescindibles, que no te de debes perder en tu visita a Burgos.
La Cartuja de Miraflores es, sin duda alguna, uno de los monumentos con más historia y más visitados de Burgos a pesar de estar un poco apartado del centro de la ciudad. A nosotras nos encanta hacer visitas guiadas a este monasterio en el que se respira tranquilidad.
La Cartuja de Miraflores está situada en el Parque de Fuentes Blancas, a 4 kilómetros del centro de Burgos. Si te gusta caminar puedes acercarte hasta allí andado o bien hacerlo en transporte público, taxi o en coche particular. Si se tiene tiempo suficiente y estás acostumbrado a andar, nosotros recomendamos hacer, al menos uno de los trayectos, ida o vuelta, andando, por que el paseo junto al río en muy agradable y así podrás disfrutar del espacio natural que rodea al monasterio.
En esta entrada de nuestro blog, vamos a contaros que podéis ver en este monasterio burgalés y alguna información útil para vuestra próxima visita a Burgos.
Visitar la Cartuja de Miraflores: Información útil
La Cartuja de Miraflores cuenta con una página web actualizada y muy útil para poder informarte antes de la visita, www.cartuja.org Además de horarios y e información histórica y artística, puedes adentrarte en la vida de la comunidad que lo habita y comprar algo en su tienda, para colaborar en el sostenimiento del monasterio, ya que la entrada es gratuita.
La Cartuja no tiene visita guiadas, pero a la entrada, en la portería, se puede adquirir un folleto por 1 € que hace una descripción detallada de lo más importante, incluyendo el magnífico retablo de Gil de Siloe.
Si quieres verlo con visita guiada tienes tres opciones:
Si eres un grupo puedes ponerte en contacto con nosotros para solicitar un presupuesto pulsando aquí
Si viajas de forma individual ( parejas, amigos, familias etc..) puedes consultar las visitas programadas disponibles en nuestro calendario pulsando aquí
Si viajas de forma individual, pero no encuentras en calendario la visita que quieres o el horario que necesitas, solicita información sobre nuestras visitas a la carta aquí
Un poco de historia de la Cartuja…
El rey Enrique III el Doliente ( Burgos 1379- Toledo 1406),construye en este lugar un palacio de influencia mudejar que se denominó de Miraflores. Así era como se llamaba está zona en la Edad Media, aunque hoy en día todo el mundo en Burgos lo conocemos como Parque de Fuentes Blancas. Aquí el rey pasa largas temporadas de descanso y de caza.
Juan II, hijo de Enrique III y padre de la futura reina Isabel, La Católica, decide cambiar la función de palacio y convertirlo en un monasterio para la orden franciscana. Así cumplirá con el testamento de su padre, que dejó dicho que sus descendientes fundaran un convento en honor a San Francisco.
Finalmente no fueron los monjes franciscanos, si no los cartujos los que llegaron, tras recibir la invitación del rey, teniendo que otorgar el Prior general de esta orden un permiso especial para ocupar estas suntuosas dependencias. Hay que tener en cuenta que los cartujos llevan una vida muy austera, y muy alejada de como seguramente sería el palacio de caza un rey.
Pero en el año 1452 sufre un incendió que va a arrasar casi todo el edificio original y cuando se reconstruye se hace con la forma que vemos hoy en día. Tras el incendio se tarda un año en desescombrar y se aprovecha para cambiar los planos y reconstruir con las formas de un monasterio cartujo. El diseño corre a cargo de Juan de Colonia, iniciándose las obras el 11 de mayo 1454 y concluyendo en 1499 respetando los deseos de los monjes.
Isabel la Católica, fue la gran benefactora del la Cartuja de Miraflores, ya que la iglesia del monasterio, se usó como panteón real donde descansan sus padres, Juan II e Isabel de Portugal, en un bello sepulcro de alabastro obra de Gil de Siloé y su hermano en infante D. Alfonso.
Y un poco de arte.
Podríamos estar todo el día hablando de las maravillas que guarda este lugar, pero como eso podréis verlo y disfrutarlo en vuestra próxima visita a Burgos, vamos a centrar nuestra atención en 2 obras singulares: El sepulcro de los reyes y el retablo.
El retablo es gótico ( 1496-1499) y no tiene la tradicional composición de cuerpos y calles . Gil de Siloe lo hizo en madera de nogal , dorada y policromada por Diego de la Cruz. Fue dorado con el oro procedente de los viajes de Colón. Burgos en los decenios finales del siglo XV, y a pesar de su escasa población (15.000 habitantes), gozaba de gran prosperidad y riqueza, siendo el mayor centro artístico de todo el reino de Castilla.
Se pueden ver escenas de la pasión y muerte de Jesús, la representación de los 4 evangelistas, y diferentes esculturas que representan a santos y santas . Muy llamativo es el tambor giratorio que puede verse encima del sagrario . Seguramente importado de Flandes o Alemania, tiene relieves fijados en él que se van girando, con un complejo sistema que hay por detrás, para mostrar uno diferente según el momento del tiempo litúrgico en el que estemos: Nacimiento de Jesús, Bautismo, Resurrección, Ascensión, Pentecostés y Asunción de María.
El sepulcro central es obra de Gil de Siloé. ( 1486-1493), y en el descansan los restos de Juan II e Isabel de Portugal, padres de Isabel la Católica. Son de alabastro de Guadalajara. Destaca por la singularidad de su diseño en forma de estrella de ocho puntas, es el único sepulcro gótico de este tipo en el arte europeo.
Sobre ella están las dos esculturas yacentes ricamente vestidas, acompañados por los evangelistas y por otros santos. En el lado de Juan II se cobijan en hornacinas diferentes esculturas: La Virgen de la Leche y siete figuras del Antiguo testamento; en el de Isabel de Portugal las Virtudes teologales y cardinales, y la «Compasión»
Los 16 paneles de los lados representan animales, seres fantásticos, monstruos, niños jugando, personajes del Antiguo Testamento, las Virtudes y los dos escudos de los reyes sostenidos por leones rampantes.
Una de las columnas del sepulcro, está tallada en sus tres lados con figuras de monjes en oración y meditación que impresionan por la serenidad y sosiego que transmiten .
Hay un total del 580 figuras, por lo que es imposible que todas las realizase Gil de Siloe en solo 4 años: si que pertenecen a sus mano las figuras de los reyes y los evangelistas.
Seguro que después de esto, te han quedado ganas de venir a visitarlo ¿A qué sí?.
Pues apúntalo en tu agenda, pero no te pierdas también el resto de lugares que puedes visitar en Burgos, además de nuestras visitas guiadas para disfrutar de nuestra ciudad.
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